LA GOMA ARÁBIGA
En la Biblia
Este árbol era común en el Sinaí y poco conocido en Palestina, salvo en las proximidades del Jordán, por lo que solo aparece en los textos relativos a la estancia de los judíos en el desierto (Éxodo y Deuteronomio, principalmente).
Cuando Moisés construyó el Tabernáculo, empleó la única madera de construcción que tenía, Acacia seyal, cuya madera es buena para hacer tablas y pesa poco, ambas cualidades muy apropiadas para el pueblo hebreo, nómada en aquellos tiempos.
Ex 38, 1.6. “Hizo el altar de los holocaustos de madera de acacia…Hizo los varales de madera de acacia…”
Dt 10.3. “Dice Moisés a Yahveh: Hice el arca de madera de acacia, labré dos tablas de piedra… y subí a la montaña con dos tablas en la mano.”

La goma arábiga, resina de la acacia
La goma arábiga, exudado protector sobre heridas y grietas de la corteza de los árboles, la produce el árbol en el proceso de cicatrización o gomosis.
Esta resina de color ámbar se recolecta normalmente a mano una vez seca. Normalmente se efectúan una serie de cortes a los árboles para obtener una mayor cantidad de resina. Tras efectuar estos cortes, la resina aparece en cantidad suficiente para ser recogida entre 3 y 6 semanas después, formando excrecencias redondeadas que pueden alcanzar un diámetro de hasta 10 cm, y que se endurecen al aire.
La mayoría de la producción de goma arábiga, hasta el 70% del total mundial en algunos años, procede de Sudán. Sin embargo, la producción en este país parece estar en declive. Chad y Nigeria producen cantidades menores, aunque crecientes, de goma arábiga, y Senegal, Mali, Mauritania y Níger producen cantidades casi insignificantes en proporción, donde encontramos la Acacia senegal y la Acacia seyal que encontramos en Níger y que en lengua Haoussa se conoce como Eréhi, Fara kaya y en lengua Zarma como Sakirey.

La goma arábiga se ha utilizado desde hace al menos 4.500 años, en el valle del Nilo, para distintas aplicaciones, como la preparación de las vendas de las momias o la fabricación de cosméticos, tintas y pinturas. Fue objeto de comercio durante toda la historia, desde los tiempos bíblicos hasta la actualidad. Tras haber caído en olvido fue redescubierto por navegantes europeos en el siglo XV en el África subsahariana. Incluso fue causa de la «Guerra de la Goma» en el siglo XVIII, tras la cual Francia se quedó con el monopolio para el mercado europeo.
Hoy en día la mayor parte se utiliza en la industria alimentaria para fijar aromas, estabilizar espumas y emulsiones, modificar la consistencia de alimentos o clarificar vinos. También se utiliza en la fabricación de algunos medicamentos y en la elaboración de tintes.
En el siglo XIX se elaboró un procedimiento de impresión basado en goma arábiga modificada con cromatos llamada litografía. Esta mezcla es sensible a la luz y permite reproducciones casi fotográficas.
La goma arábiga también se halla en algunos pegamentos por ejemplo los utilizados en el papel de liar cigarrillos o antiguamente en sellos y sobres postales.
María Dolores Agúndez, asociada sma.


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